INTRODUCCION
Gestalt es un término
alemán, sin traducción directa al castellano, pero que aproximadamente
significa "forma", "totalidad", "configuración".
La forma o configuración de cualquier cosa está compuesta de una "figura"
y un "fondo". Por ejemplo, en este momento para usted. que lee este
texto, las letras constituyen la figura y los espacios en blanco forman el
fondo; aunque esta situación puede invertirse y lo que es figura puede pasar a
convertirse en fondo.
El fenómeno descrito, que
se ubica en el plano de la percepción, también involucra a todos los aspectos
de la experiencia. Es así como algunas situaciones que nos preocupan y se
ubican en el momento actual en el status de figura, pueden convertirse en otros
momentos, cuando el problema o la necesidad que la hizo surgir desaparecen, en
situaciones poco significativas, pasando entonces al fondo. Esto ocurre
especialmente cuando se logra "cerrar" o concluir una Gestalt;
entonces ésta se retira de nuestra atención hacia el fondo, y de dicho fondo surge
una nueva Gestalt motivada por alguna nueva necesidad. Este ciclo de abrir y
cerrar Gestalts (o Gestalten, como se dice en alemán) es un proceso permanente,
que se produce a lo largo de toda nuestra existencia.
El Enfoque Gestáltico
(EG) es un enfoque holístico; es decir, que percibe a los objetos, y en
especial a los seres vivos, como totalidades. En Gestalt decimos que "el
todo es más que la suma de las partes". Todo existe y adquiere un
significado al interior de un contexto específico; nada existe por sí solo,
aislado.
El EG es esencialmente
una forma de vivir la vida con los pies bien puestos en la tierra. No pretende
encaminar al individuo por el camino de lo esotérico o de la iluminación. Es un
modo de llegar a estar en este mundo en forma plena, libre y abierta; aceptando
y responsabilizándonos por lo que somos, sin usar más recursos que apreciar lo
obvio, lo que ES.
El EG es en sí mismo un
estilo de vida; de allí que sea más adecuado denominarlo "enfoque",
que es un término más amplio, en lugar de "terapia", que restringe
sus posibilidades de aplicación a lo clínico.
BASES DE LA GESTALT
El EG ha recibido la
influencia de las siguientes corrientes:
· El psicoanálisis de
Freud, retomando y reformulando su teoría de los mecanismos de defensa y el
trabajo con los sueños.
· La filosofía existencial,
de la que rescata la confianza en las potencialidades inherentes al individuo,
el respeto a la persona y la responsabilidad.
· La fenomenología, de la
que toma su apego por lo obvio, por la experiencia inmediata y por la toma de
conciencia (insight).
· La psicología de la Gestalt, con su teoría de
la percepción (figura-fondo, Ley de la buena forma, etc.).
· La religiones orientales,
y en especial el Budismo Zen.
· El psicodrama, de J.L.
Moreno, del que adopta la idea de dramatizar las experiencias y los sueños.
· La teoría de la coraza
muscular de W. Reich.
· La teoría de la Indiferencia Creativa,
de Sigmund Friedlander, de la que extrae su teoría de las polaridades.
El EG no es sólo la suma
o la yuxtaposición de las doctrinas y enfoques antes mencionados, sino su
integración creativa, su elevación a un nuevo plano, llevada a cabo por FRITZ
PERLS, creador del Enfoque Gestáltico.
EL DARSE CUENTA (Awareness)
Este es el concepto clave
sobre el que se asienta el EG. En pocas palabras darse cuenta es entrar en
contacto, natural, espontáneo, en el aquí y ahora, con lo que uno es, siente y
percibe. Es un concepto semejante en algo al de insight, aunque es más amplio;
una especie de cadena organizada de insights.
Existen tres Zonas del
Darse Cuenta:
1.
El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con objetos y eventos que se
encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este momento veo, toco,
palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de por sí ante nosotros.
En este momento veo mi lapicero deslizándose sobre el papel formando una
palabra, escucho el ruido de los carros pasando por la avenida, huelo el
perfume de una joven que pasa por mi lado, siento el sabor de una fruta en mi
boca.
2.
El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con eventos internos, con lo que
ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones musculares, movimientos,
sensaciones molestas, escozores, temblores, sudoración, respiración, etc. En
este momento siento la presión de mi dedo índice, mayor y pulgar sobre mi
lapicero al escribir; siento que deposito el peso de mi cuerpo sobre mi codo
izquierdo; siento mi corazón late, que mi respiración se agita, etc.
3.
El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia
(ZIM): Esto incluye toda la
actividad mental que transcurre más allá del presente: todo el explicar,
imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticiparse al
futuro, etc. En este momento me pregunto qué haré mañana en la mañana, ¿será
algo útil, bueno?. En Gestalt todo esto es irrealidad, fantasía. Aún no es el
día de mañana, y no puedo saber y decir NADA acerca de ello. Todo está en mi
imaginación; es pura y simple especulación, y lo más saludable es asumirlo como
tal.
EL AQUI Y EL AHORA
Es realmente difícil
aceptar que todo existe en el presente momentáneo. El pasado existe e importa
tan sólo como parte de la realidad presente; cosas y recuerdos acerca de los
cuales pienso ahora como pertenecientes al pasado. La idea del pasado es útil
algunas veces, pero al mismo tiempo no debo perder de vista eso, que es una
idea, una fantasía que tengo ahora. Nuestra idea del futuro es también una
ficción irreal, aunque algunas veces de utilidad, cuando lo asumimos como un
ensayo y sólo como eso. Tanto nuestra idea del futuro como nuestra concepción
del pasado se basa en nuestra comprensión del presente. El pasado y el futuro
son nuestras concepciones acerca de lo que precedió al momento presente y lo
que presagiamos que seguirá a lo actual. Y todo este adivinar ocurre AHORA.
El ahora es el presente,
aquello de lo que me doy cuenta. Ya sea que estemos recordando o anticipando,
lo estamos haciendo ahora. El pasado ya fue, el futuro aún no llega. Es
imposible que nada exista excepto el presente. Mencionó el ejemplo que alguien
medio una vez: si coloco un disco en el fonógrafo, el sonido aparece cuando el
disco y la aguja hacen contacto. No antes...ni después. Si pudiéramos borrar el
pasado inmediato o la anticipación de lo que vendrá de inmediato, nos sería
difícil entender la música del disco que estamos escuchando. Pero si borramos
el ahora, entonces no hay nada. De modo que no importa si estamos recordando o
anticipando, de todas maneras lo hacemos en el aquí y ahora.
CAMBIAMOS EL "POR QUE" POR EL "COMO"
Al preguntar por qué lo
único que se consigue es alguna racionalización o "explicación". El
por qué acarrea una explicación ingeniosa, jamás un entendimiento cabal.
Además, nos aleja del aquí y ahora y nos introduce en el mundo de la fantasía;
nos saca de lo obvio para teorizar.
Perls consideraba que las
palabras, cuando se utilizan para "explicar" y alejarse de lo
evidente o de la realidad, son más una carga que algo útil. El las comparaba
con el excremento.
En el EG distinguimos
tres tipos de "blá, blá, blá": Caca de Gallina, que vienen a ser los
comentarios superficiales, los clisés (buenos días, qué gusto de verlo, qué
lindo día, etc.); Caca de Toro, esto es, "por qué",
racionalizaciones, excusas, conversación amena pero inauténtica, etc.; y Caca
de Elefante, cuando "filosofamos", hablamos de "la vida",
teorizamos sobre el Enfoque Gestáltico sin vivirlo, explicamos el por qué de la
sociedad y el mundo, etc.
El por qué sólo nos
conduce a interminables y estériles investigaciones de la causa de la causa de
la causa de la causa.
Si se hacen la pregunta
por el cómo, estamos mirando la estructura, estamos viendo lo que ocurre, lo
obvio; preocupándose por un entendimiento más profundo del proceso. El cómo nos
da perspectiva, orientación. El cómo nos muestra que una de las leyes básicas,
la de la identidad de estructura y función, es válida. Si cambiamos las
estructura, la función cambia. Si cambiamos la función, la estructura cambia.
Los pilares sobre los que
se apoya el EG son: el aquí y ahora y el cómo. Su esencia está en la
comprensión de estas dos palabras. Vivir en el ahora tratando de darnos cuenta
cómo lo hacemos.
“REGLAS” DE LA GESTALT
El objetivo principal de la Terapia Gestáltica
es lograr que las personas se desenmascaren frente a los demás, y para
conseguirlo tienen que arriesgarse a compartir sobre sí mismos; que
experimenten lo presente, tanto en la fantasía como en la realidad, en base a
actividades y experimentos vivenciales. El trabajo se especializa en explorar
el territorio afectivo más que el de las intelectualizaciones (ZIM). Se
pretende que los participantes tomen conciencia de su cuerpo y de cada uno de
sus sentidos.
La filosofía implícita en
las reglas es proporcionarnos medios eficaces para unificar pensamiento y
sentimiento. Tienen por designio ayudarnos a sacar a luz las resistencias, a
promover una mayor toma de conciencia, a facilitar el proceso de maduración. Se
busca también ejercitar la responsabilidad individual, la "semántica de la
responsabilidad".
Algunas de estas reglas
pueden ser aplicadas como pautas para la terapia individual; sin embargo, su
empleo principal se da en la terapia de grupo, en los grupos de encuentro.
Las principales reglas
son las siguientes:
1.
El principio del ahora: Este es uno de los principios más vigorosos y más fecundos de la TG. Con el fin de fomentar
la conciencia del ahora, y facilitar así el darse cuenta, sugerimos a la gente
que comunique sus experiencias en tiempo presente. La forma más efectiva de
reintegrar a la personalidad las experiencias pasadas es traerlas al presente,
actualizarlas. Hacer que el sujeto se sitúe allí en fantasía y que haga de
cuenta que lo pasado está ocurriendo ahora. Para ello hacemos preguntas como
las siguientes: ¿De qué tienes conciencia en este momento? ¿De qué te das
cuenta ahora? ¿A qué le tienes miedo ahora? ¿Qué estás evitando actualmente?
¿Cómo te sientes en este momento? ¿Qué deseas?
2.
La relación Yo-Tú: Con este principio procuramos expresar la idea de que la verdadera
comunicación incluye tanto al receptor como al emisor. Al preguntar ¿A quién le
estás diciendo eso? se le obliga al sujeto a enfrentar su renuencia a enviar el
mensaje directamente al receptor, al otro. De este modo suele solicitársele al
paciente que mencione el nombre de la otra persona; que le haga preguntas directas
ante cualquier duda o curiosidad; que le exprese su estado de ánimo o sus
desacuerdo, etc. Se busca que tome conciencia de la diferencia que hay entre
"hablarle a" su interlocutor y "hablar" delante de él. ¿En
qué medida estás evitando tocarlo con tus palabras? ¿Cómo esta evitación fóbica
para el contacto se expresa en tus gestos, en el tono de tu voz, en el rehuir
su mirada?
3.
Asumir la propiedad del lenguaje y la conducta, o sea,
responsabilizarse de lo que se dice y/o se hace. Esto se vincula directamente
con el lenguaje personal e impersonal. Es común que para referirnos a nuestro
cuerpo, a nuestras acciones o emociones, utilicemos la 2º ó 3º persona.
"Me causas pena" en lugar de "Yo siento pena"; "Mi
cuerpo está tenso" en lugar de "Yo estoy tenso", etc. Merced al
simple recurso de convertir el lenguaje impersonal en personal aprendemos a
identificar mejor la conducta y a asumir la responsabilidad por ella. Como
consecuencia, es más probable que el individuo se vea más como un ser activo,
que "hace cosas", en lugar de creerse un sujeto pasivo, al que
"le suceden cosas". Las implicancias para la salud mental y para
dejar atrás nuestras “neurosis” son obvias.
4.
En Gestalt está prohibido decir "no puedo"; en su
lugar se debe decir "no quiero", esto es, ser asertivo. Ello debido a que
muchas veces el sujeto se niega a actuar, a experimentar, a entrar en contacto,
descalificándose antes de intentarlo siquiera. No se puede obligar a la persona
a hacer algo que no desea, pero sí se le puede exigir responsabilidad, a asumir
las consecuencias de su decisión evasiva, para lo cual un honesto "no
quiero" es lo más adecuado. Del mismo modo, también deben evitarse o hacer
que el paciente se de cuenta de sus "peros", "por qués",
"no sé", etc. Hay que recordar que en el ser humano el lenguaje es
uno de los medios de evitación por excelencia: se puede hablar de todo y no
entrar en contacto con nada, poner entre nosotros y la realidad una muralla de
palabras.
5.
El continuum del darse cuenta: El dejar libre paso a las experiencias presentes, sin juzgarlas ni
criticarlas, es algo imprescindible para integrar las diversas partes de la
personalidad. No buscar grandes descubrimientos en uno mismo, no "empujar
el río", sino dejarlo fluir solo, libremente.
6.
No murmurar: Toda comunicación, incluso las que se supone son
"privadas" o que "no interesan al grupo", debe ventilarse
abiertamente en él o en su defecto evitarse. Las murmuraciones, los cuchicheos
sobre los demás, las risitas cómplices, son evitaciones, formas de rehuir el
contacto, además de faltar el respeto al grupo e ir contra su cohesión al
establecer temas "que no le competen" en su presencia. Esta regla
tiene por fin el promover sentimientos e impedir la evitación de sentimientos.
7.
Traducir las preguntas en afirmaciones; salvo cuando se
trata de datos muy concretos. Preguntas como
"¿Puedo ir al baño? ¿Me puedo cambiar de sitio? ¿Me puedo ir?", etc.,
deben ser traducidas como "Quiero ir al baño; Me quiero cambiar de sitio;
Me quiero ir". Así, el preguntón asume su responsabilidad y las
consecuencias de lo que afirma, en lugar de adoptar una postura pasiva y de
proyectar su responsabilidad en el otro, a fin de que él le dé la autorización.
8.
Prestar atención al modo en que se atiende a los demás. ¿A quién le prestamos atención? ¿A quién ignoramos?, etc.
9.
No interpretar ni buscar "la causa real" de lo que
el otro dice. Simplemente escuchar y
darse cuenta de lo que uno siente en función a dicho contacto.
10.
Prestar atención a la propia experiencia física, así como a
los cambios de postura y gesto de los demás. Compartir con el otro lo que se observa, lo obvio, mediante la
fórmula de "ahora me doy cuenta de ..."
11.
Aceptar el experimento de turno; correr riesgos al participar en la discusión.
12.
Considerar, aunque no se haga explícito, que todo
lo dicho y vivido en el grupo es estrictamente confidencial.
EL CICLO DE LA EXPERIENCIA
Para la TG, el llamado ciclo de la
experiencia es el núcleo básico de la vida humana, dado que ésta no es más que
la sucesión interminable de ciclos. También se le conoce como el "Ciclo de
la autorregulación organísmica", pues se considera que el organismo sabe
lo que le conviene y tiende a regularse por sí mismo.
La conceptualización de
este ciclo pretende reproducir cómo los sujetos establecen contacto con su
entorno y consigo mismos. Explica también el proceso de formación figura/fondo:
cómo surgen las figuras de entre el fondo difuso, y cómo una vez satisfecha la
necesidad dicha figura vuelve a desaparecer.
El ciclo de la
experiencia se inicia cuando el organismo, estando en reposo, siente emerger en
sí alguna necesidad; el sujeto toma conciencia de ella e identifica en su
espacio algún elemento u objeto que la satisface, vale decir, que dicho
elemento se convierte en figura, destacando sobre los demás que son el fondo. Acto
seguido, el organismo moviliza sus energías para alcanzar el objeto deseado
hasta que entra en contacto con él, satisface la necesidad y vuelve a entrar en
reposo nuevamente.
En el esquema clásico del
ciclo se identifican seis etapas sucesivas: 1) Reposo; 2) Sensación; 3) Darse
cuenta o formación de figura; 4) Energetización; 5) Acción ; y 6) Contacto.
En el reposo o
retraimiento el sujeto ya ha resuelto una Gestalt o necesidad anterior, y se
encuentra en un estado de equilibrio, sin ninguna necesidad apremiante. Su
extremo patológico puede ser el autismo.
En la sensación el sujeto
es sacado de su reposo porque siente "algo" difuso, que todavía no
puede definir. Como por ejemplo, puede sentir movimientos peristálticos o
sonidos en su estómago, o sino cierta intranquilidad.
En el darse cuenta, la
sensación se identifica como una necesidad específica (en los ejemplos
anteriores, como hambre o como preocupación, respectivamente) y se identifica
también aquello que la satisface: se delimita cierta porción de la realidad que
adquiere un sentido vital muy importante para el sujeto, es decir, se forma una
figura.
En la fase de
energetización el sujeto reúne la fuerza o concentración necesaria para llevar
a cabo lo que la necesidad le demanda.
En la acción, fase más
importante de todo el ciclo, el individuo moviliza su cuerpo para satisfacer su
necesidad, concentra su energía en sus músculos y huesos y se encamina
activamente al logro de lo desea.
En la etapa final, el
contacto, se produce la conjunción del sujeto con el objeto de la necesidad; y,
en consecuencia, se satisface la misma. La etapa culmina cuando el sujeto se
siente satisfecho, puede despedirse de este ciclo y comenzar otro. Así ad
infinitum.
Entre los diversos
eslabones que conforman el ciclo se pueden formar o autointerrupciones, dando
lugar a diversos tipos de patologías. Allí también actúan los mecanismos de
defensa.
En términos generales, se
puede decir que el ciclo de la experiencia, dado en un contaxto específico y
significativo, constituye en sí misma una Gestalt. Un ciclo interrumpido es una
Gestalt inconclusa; un ente que parasitará al organismo consumiendo su energía
hasta verse satisfecho.
LOS ESTRATOS DEL YO
De acuerdo a Fritz Perls,
en el Yo de todo ser humano existen seis capas que recubren, a manera de una
cebolla, al Ser auténtico de las personas. Estas capas o estratos del Self,
como también se les conoce, son las siguientes: 1) E. Falso; 2) E. del como sí;
3)E. Fóbico; 4) E. Implosivo o del Atolladero; 5) E. Explosivo; y 6) El Self
verdadero.
En el estrato Falso se
encuentra nuestra "fachada", lo que colocamos en nuestra vitrina de
nosotros mismos y dejamos ver a los demás. Luego viene el estrato del “como
sí”; allí están los roles, los juegos que empleamos para manipular a los demás,
el actuar "como sí" fuéramos esto o aquello. Es nuestro carácter o
forma habitual y rígida de actuar.
Si en el proceso
terapéutico atravesamos el estrato Falso y el del “como sí” llegaremos al
estrato Fóbico. Allí se encuentran todos nuestros temores y todas nuestras
inseguridades frente a nosotros mismos; nuestros secretos mejor guardados y
nuestras heridas narcisísticas; la pena, el dolor, la tristeza o la
desesperación; aquello que no queremos ver ni tocar de nuestra personalidad y
menos aún descubrir frente a los demás.
Si logramos pasar lo
fóbico sentiremos una sensación de vacío, de inamovilidad, de falta de energía,
de muerte. Hemos llegado al estrato del Atolladero, donde nos sentimos
"atorados", sin salida. Sin embargo, detrás se encuentra el estrato Implosivo,
donde se hallan todas nuestras energías sin usar, nuestra vitalidad
"congelada" o dirigida hacia nosotros mismos para mantener nuestras
defensas.
Finalmente, detrás de lo
implosivo se encuentra el estrato Explosivo, donde las fuerzas estancadas se
disparan hacia afuera en un arranque de autenticidad, dando paso al Yo
verdadero que permanece oculto. Existen básicamente cuatro tipos de explosión:
gozo, aflicción, orgasmo y coraje.
En base a lo anterior,
podemos imaginarnos a una persona X, que al comenzar la terapia se mostrará
superficial, formal o convencional (buenos días, qué calor hace, qué gusto de
verlo, blá, blá, blá: las Cacas de las que hablaba Perls). Detrás de ello
hallaremos sus temores, sus "traumas", sus evitaciones, que es
necesario confrontar. Lo meteremos así en un atolladero temporal, en donde él
se vivenciará sin fuerzas, casi muerto. Sin embargo, si confía en su organismo
y le da libertad éste le mostrará sus fuerzas sin utilizar, que emergerán
libremente como figuras al despejarse el campo de evitaciones, su verdadero
potencial, y experimentará una verdadera explosión de alegría, placer, ira o
pena (todas ellas positivas, terapéuticas y necesarias) que darán paso al
verdadero ser humano que hay detrás del sujeto X.
Esto debe hacerse
repetidas veces, a cada momento de la terapia, hasta que el sujeto se conozca
lo suficiente y puede realizar el proceso por sí mismo.
Una persona madura es
capaz de experienciar y sostener todo tipo de experiencias emocionales en el
"aquí y ahora"; además, utiliza sus propios recursos (autosoporte) en
lugar de manipular a los demás y al ambiente para conseguir apoyo.
En síntesis, la TG persigue:
· Vivir en el ahora.
· Vivir en el aquí.
· Dejar de imaginar y
fantasear en exceso sustituyendo al contacto real.
· Dejar de pensar
innecesariamente sustituyendo a la acción.
· Dejar de aparentar o
jugar al "como sí".
· Expresarse o comunicar.
· Sentir las cosas
desagradables y el dolor.
· No aceptar ningún
"debería", más que los propios, impuestos por uno mismo en base a
nuestras necesidades y experiencias.
· Tomar completa
responsabilidad de las acciones, sentimientos, emociones y pensamientos
propios.
· Sea lo que Ud. es... sin
importar lo que Ud. sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario