(EDUCA8) HERENCIA, ENTORNO. ESTILOS EDUCATIVOS.
















 •    Problemas de ser un padre/ permisivo/a: Está bien que tu hijo se sienta querido, que habléis en
casa, que se respete su opinión, pero sin olvidar que las normas también son importantes, y que
todos necesitamos saber que existen límites y dónde se encuentran. Cuando en casa no existen
reglas claras y no supervisas la conducta de tu hijo, corres el riesgo de que se implique en
conductas problemáticas, o que tenga dificultades para controlar sus impulsos.

•    Problemas de ser un padre/ indiferente/a: Muchos. Sin duda, este estilo es el que más puede
perjudicar a tu hijo y acarrea muchos problemas, tanto emocionales como conductuales
. Si no
supervisas la conducta de tu hijo, si no le demuestras cariño ni hablas con él, puede pensar que
no te importa y que ya no le quieres.
Entre los problemas que este estilo educativo puede
acarrear, podemos encontrar una baja autoestima, poco interés por la escuela y conductas de
riesgo.



Yo añado el incoherentes padre respecto a madre.


de la independencia es básica para que hijos e hijas se desarrollen de forma saludable. Incluso se ha
demostrado que la ausencia de independencia está relacionada con la aparición de síntomas como
ansiedad o depresión, inseguridad, pobres habilidades sociales para relacionarse con los demás y
dificultades para crear su propia identidad personal.
En definitiva, el estilo democrático, es el que conlleva más ventajas, tanto para el bienestar del
niño/a, como de los propios padres y madres, pues repercutirá positivamente en las relaciones
familiares.
Sin embargo, es cierto que no es fácil ser democrático en todo momento y en todas las
situaciones y que habrá diferentes formas de ser un padre o una madre democráticos. A pesar de ello,
lo más importante será esforzarse por adaptar los tres aspectos comentados —afecto, control y fomento
de la autonomía— a las características de los hijos e hijas y a las distintas situaciones que se vayan
viviendo con ellos/as.
En último lugar, hay que destacar que las prácticas concretas que darán lugar a dichos estilos
pueden ser entrenadas y que, en general, padres y madres pueden aprender a comportarse con sus
hijas e hijos con los “ingredientes” que componen el estilo democrático: mejorando las formas de
expresión del cariño; aprendiendo a comunicarse con ellos; mejorando la forma de establecer normas,
de supervisar y guiar el comportamiento; y finalmente aprendiendo a dejarlos/as volar, siempre con

nuestro apoyo y ayuda, pero animándolos/as para que sean personas cada vez más independientes,
capaces de ir afrontando las situaciones que su vida cotidiana les plantee.





5.   CÓMO PONER EN PRÁCTICA EL ESTILO DEMOCRÁTICO. debate

5.1.  El afecto y la comunicación:
•    Escuchar lo que dice tu hijo y dejarle terminar de hablar.
•    No criticar, no juzgar y no culpabilizar.
•    No darle lecciones.
•    Dar importancia a lo que te dice.
•    Enseñar a nuestro hijo a comunicar sus sentimientos.
•    Controlar nuestros impulsos.
•    Demostrarle nuestro afecto.
•    Conocer las amistades de nuestros hijos.


5.2. Supervisión y establecimiento de normas y límites claros y coherentes.
•    Los motivos que justifiquen las normas han de ser claros.
•    Han de ser normas breves y fáciles de recordar: “Haz los deberes antes de ver la tele”.

•    Deben referirse a conductas concretas en momentos concretos: “Debes recoger tus juguetes
antes de cenar”.

•    Las normas deben poderse cumplir con facilidad.
•    Tu hijo/a debe conocer la consecuencia de incumplir una norma.
•    Las consecuencias deben ser fáciles de aplicar y tener un valor de premio: “Si haces los deberes
por la tarde después podrás salir a jugar una hora”.

•    Deben ser razonables y adecuadas a la edad del menor.
•    Deben hablarse, darse explicaciones, fijarlas de antemano. Para ello llevamos a cabo tres pasos:
primero se habla, después se recuerda y hay consecuencias si no se cumple.

•    Habrá normas que son inamovibles y otras que se podrán negociar previamente con los hijos/as,
una vez fijada ha de mantenerse.
•    Cuento mayor sea la edad de nuestros hijos/as, más tendremos que negociar más las normas.

•    Hay que ser consistente e ignorar sus protestas o rabietas.
•    Cuando la norma ya está clara, no se pueden hacer excepciones. Es necesario mantener la
actitud “las cosas son así y esto ya lo hemos hablado antes”. Permanece tranquilo/a y
controlado/a.

•    Padre y madre han de estar de acuerdo en las normas y en la aplicación de las consecuencias.


5.3. Fomento de la autonomía.
•    Estimular la responsabilidad.
•    Permitir que cometa errores, y asuma las consecuencias de esos errores, siempre mostrándoles
nuestro apoyo, pero dejándoles que sean ellos los que solucionen sus pequeños fracasos.

•    Enseñar a los más pequeños a realizar acciones que pueda hacer por sí mismo: abrochar-
desabrochar, abotonar-desabrochar, subir y bajar cremalleras, vestirse y ponerse los zapatos,
lavarse, etc. Ir poco a poco disminuyendo la ayuda que le prestamos.

•    Permitir que vaya tomando algunas decisiones.
•    Celebrar los éxitos y apoyarle en los fracasos.
•    Respetar su grado actual de capacidades, no le exija más de lo que puede dar, esto le haría sentir
mal.
•    Estimularle para que se fije metas y objetivos.

•    Dejar que desordenen y ordenen sus espacios, respetando sus gustos.
•    Permitir que opine.

DEBATE: COMO PONER EN PRactica el estilo democrático??


expone acerca de la capacidad de los seres humanos de salir
de los problemas . “16 horas para Templar el Ser”, dedicado
al Desarrollo Personal y el Autoliderazgo.
Autoliderazgo:
La “Resiliencia”
Extraído del Libro “16 HORAS PARA TEMPLAR EL SER”
La “resiliencia”, es un concepto que fue usado inicialmente en relación a los metales. Se
dice que es la capacidad de un metal determinado de resistir y ser flexible a
determinadas pruebas que se experimentaban con él, a los efectos de comprobar la
calidad del mismo y de recobrar su estado original.
La resiliencia humana es, entonces, esa fuerza impulsora interior que poseemos; la
capacidad “natural” que tiene cada uno de nosotros para poder tolerar las adversidades
de la vida; de poder transformarlas en desafíos, en nuevas oportunidades para fortalecernos.
Las personas "resilientes" son seres comprometidos consigo mismos, que se permiten el
"control" de las circunstancias y, sobre todo, estar "abiertos" aceptando los cambios, ya
que interpretan las experiencias como parte esencial de la propia vida que viven; es
decir, de su propia existencia.
Formulémonos las siguientes preguntas:
¿Cómo podemos desarrollar esa capacidad de “resiliencia”?
¿Cómo podemos descubrir nuestra fortaleza interior para avanzar sobre las propias
adversidades?.
Sin duda, la respuesta está en el “autodescubrimiento”; en iniciar el camino al
conocimiento de nuestro Ser.
Esto sucederá paulatina-mente, a medida que vamos conociendo nuestras propias
virtudes o fortalezas; reconociendo nuestras debilidades; fomentando nuestros talentos y lograr expresarlos.
Esencialmente es empezar a valorarnos y reconocernos valiosos; es perdonarnos los errores y empezar a verlos como aprendizajes; es estimular la creatividad que hay en
nosotros; es atesorar las relaciones con los demás, como un espejo de nuestra propia
relación con nosotros mismos; es permitirnos dejar fluir los sentimientos sin coartarlos y
abrirse a la comunicación del corazón, que jamás se equivoca.
Es aprender a pedir “ayuda” y extender esa ayuda hacia los demás como una cadena de
amor que se construye y progresa.
Es reírse de las adversidades. Ridiculizar el temor a no poder resolverlas. El humor es finalmente una actitud de pensamiento positivo, es base o columna donde se establece la
“resiliencia” (o nuestra propia capacidad de superar todos los obstáculos que pudieren
presentarse en nuestras vidas).
Con esto quiero decir que la capacidad de “resiliencia” esta ligada a la interacción que
tenemos con nuestro entorno, ya que de esta manera se posibilita su desarrollo. Mientras
mejor sea nuestra relación con los demás y hagamos apertura a la sensibilidad, habrá
mayor comprensión, apoyo y res-peto que fortalecerán esa facultad de superación de
circunstancias adversas, mejorando nuestra "habilidad de respuesta" o "responshabilidad".
Ser "resiliente" es ser una persona conciente de su individualidad y de su identidad.
Saber realmente quienes somos, es reconocer nuestra propia esencia para poder tener
res-puestas (y decisiones) competentes ante estas "posibilidades de aprendizaje" (como
podríamos llamar a las adversidades).
Las adversidades ponen a prueba nuestro “auto-liderazgo”. En muchas ocasiones, la
mayoría de nosotros en algún momento de la vida hemos llegado a tocar fondo, quizás
sin esperanzas. Muchas veces, también, hemos escuchado que el dolor nos hace tomar
conciencia para poder superarnos o levantarnos de las caídas.
También es verdad que nuestra condición positiva ante la vida nos reduce las
posibilidades de "riesgos" ante las adversidades.
Ante la adversidad, saber tomar elecciones correctas es estar conscientes de que cada
suceso es una oportunidad, un desafío para fortalecernos. La luz interior es la que nos
hará superar cada situación, aprendiendo de ellas.


TERTULIANOS:(que opináis sobre la resiliencia??